Viernes, 29 de Marzo de 2024
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¿Con qué cara Andrés reclama vacunas cuando él mismo ha despreciado a la ciencia?

¿Con qué cara Andrés reclama vacunas cuando él mismo ha despreciado a la ciencia?

Es urgente que el presidente replantee el esquema de vacunación

No se puede pensar en este momento en un artículo que sea más preciado y pretendido por millones de personas en el mundo que las vacunas contra la COVID-19. De ahí que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) esté apelando a la intervención de la ONU para frenar el acaparamiento de los biológicos en que al menos 10 países estarían incurriendo. Pero, ¿con qué cara Andrés reclama vacunas cuando él mismo ha despreciado a la ciencia?, y, ¿Con qué cara exige equidad siendo que su estrategia para la inoculación en nuestro país la ha dispuesto con base en criterios desconocidos, y con fundamentos que más parecieren responder a intereses político-electorales.

La realidad nos dice que AMLO no ha sido capaz de garantizar para México las anheladas vacunas por más que asegure y repita todos los días que se está avanzando en el programa de vacunación. Los números son contundentes y de acuerdo con “Our World Data, ONS,gov.uk” a partir del 24 de diciembre pasado que se inmunizó al primer mexicano, se han recibido un total de 1 millón 689 mil 158 dosis, que no es lo mismo que el número de personas inoculadas.

Hoy, López Obrador se inconforma y exige equidad, pero hay que recordar que mientras él se burlaba del coronavirus, desayunaba garnachas en los mercados, besaba niños y presumía sus estampitas del “Detente”, líderes de otras naciones ya invertían millones de dólares y euros en investigaciones científicas en los laboratorios donde se procuraba paliar los efectos de la pandemia.

El presidente mexicano ha levantado la voz:

“Nosotros desde hace seis meses presentamos una resolución en la ONU para que no se acapararan las vacunas, algo que lamentablemente está sucediendo. Esa resolución se aprobó casi por unanimidad; sin embargo, sólo se está vacunando en 80 países, 10 países acaparan 80% de todas las vacunas y el resto, 70 países, contamos con 20%.

“Pero lo más grave, lamentable, reprobable, es que cerca de 120 países no tienen ni una sola dosis de vacunas, y esto no puede pasar de noche, desapercibido, se tiene que decir para llamar a los gobiernos donde están las plantas de producción de vacunas a que actúen con más solidaridad, con fraternidad”.

López Obrador ha apelado también a los derechos humanos, apuntando es el momento de demostrar “con hechos” que hay una política en el mundo en favor de los derechos humanos, “y en este caso en favor del derecho a la salud, del derecho a la vida, que es el principal de los derechos humanos”, dice el presidente.

Pero, con qué cara Andrés se pone flamenco frente a la ONU siendo que él mismo ha actuado con quién sabe qué criterios para determinar los procesos de vacunación que han comenzado en las zonas más alejadas de las ciudades.

Más allá de un presunto acuerdo con los responsables de la Salud en el país, no se conocen elementos que justifiquen dicha imposición para determinar la distribución de las vacunas en las entidades federativas.

Es también oportuno subrayar la falta de una campaña real de información que permita a los ciudadanos mexicanos conocer a fondo todo lo relacionado con la vacunación, dado que en los lugares más marginados donde se ha comenzado con la aplicación, la gente no está acudiendo a los sitios de vacunación por más que se improvisan llamados para que se hagan presentes.

Y es que, ante la mencionada desinformación los pobladores tienen miedo de recibir el biológico y las dosis han sobrado, generando que al trascender la noticia, la gente de las grandes ciudades se esté desplazando en un peregrinar a los pueblos en busca de los biológicos que los lugareños han despreciado por temor y desconocimiento.

 

Hay testimonios de familias enteras mayores de 60 años que han sido afortunadas en recibir la vacuna debiendo desplazarse desde la metrópolis por más de 4 horas de camino a los pueblos donde ha comenzado la vacunación; aunque otros han corrido con menos suerte.

En comentarios, se ha podido conocer que es encomiable el trabajo que realizan tanto el personal médico, los servidores de la nación, y la guardia nacional, dejando advertir que, o se cambió el muy criticado esquema o nunca existió la actitud inadecuada que se les adjudicó ventilando que tomaban fotografías, solicitaban copias del INE o anotaban la clave de la misma. Los testimonios que he podido recoger van en el sentido de que solo se ha pedido información básica como la CURP, nombre completo, domicilio y teléfono.

De manera que quedan en entredicho las versiones sobre su actuar, y si así ocurrió en algunos lugares, la causa fue por decisión propia de los operadores que resultaron ser más papistas que el Papa o salieron más bravos los tenejales que la cal.

Ahora bien, frente a la opacidad que igualmente ha prevalecido para que los mexicanos conozcan a ciencia cierta si realmente se compraron las 174 millones de dosis que según el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell se tienen apalabradas con los diferentes laboratorios, y que el secretario de Hacienda Arturo Herrera jura haber dispuesto miles de millones de pesos para ello, nada consta en contratos, al menos no se conoce alguno que confirme que alguna empresa farmacéutica haya ya recibido el pago de las vacunas, aunque ciertamente es posible que se hubiesen firmado acuerdos o promesas de venta pero sin transacciones económicas de por medio.

Todo alrededor son declaraciones, y supuestos que cambian día a día según quien emita el comentario; por ejemplo, en agosto pasado se informó que México contaba con un presupuesto de 100 mil millones de pesos para adquirir las dosis, en octubre se manejó la cifra de 35 mil millones de pesos, y en diciembre, el titular del Ejecutivo Federal dijo se habían gastado 159 millones 876 mil 920 dólares, pero el secretario de Hacienda informó que eran 6 mil 500 millones de pesos en contratos y convenios con empresas farmacéuticas”.

Medios de comunicación y funcionarios de oposición, entre otros, han solicitado por la vía de transparencia a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) conocer los detalles de los contratos con los laboratorios, pero su Comité de Transparencia clasificó la información como confidencial, por lo que nadie podrá conocer los detalles de cuántas dosis se adquirieron en realidad, las fechas de entrega o los montos erogados para traer las vacunas a México.

De manera tal que, ¿con qué cara Andrés pretende exigir a la ONU que infunda en los países acaparadores valores como la equidad, los derechos humanos, el respeto, la solidaridad y la fraternidad, cuando él mismo no ha sido capaz de hacer valer esos mismos preceptos frente al pueblo que gobierna?.

Al margen de todo lo anterior, es urgente que el presidente replantee el esquema de vacunación; que sean las grandes ciudades -que es donde se registra el mayor número de contagios- donde se comience la inoculación; se revisen protocolos, grupos objetivo a inmunizar, y principalmente, que se cubra al 100 por ciento la protección para los empleados de salud que atienden covid en primera línea ya sea que se desempeñen en el servicio público o privado.

 

Columna por SALVADOR COSÍO GAONA

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