Candidatos independientes.

-Columna por César Langarica Santana. Desde hace muchos años se aspira a tener candidatos sin partido, sin al menos la sombra de un pasado oscuro, por ello recurren a personajes que parecen en esencia una nueva oportunidad de gobierno sin corrupción, algo así como una utopía, no importa que sea algo mágico, trágico, imposible, al final es un sueño guajiro pero a todos nos encanta soñar. Por ello que un personaje como el periodista Luis Alberto Alcaraz salte al ruedo político abre una posibilidad y un sueño, la gente comienza a ver a los independientes como algo que no es una simple ilusión, ve en ellos que no existe la corrupción, por ello el engaño es mayor, algo que no se olvida ni perdona, es una situación que forma parte de un plan bien hecho, con mayor perversión que los actuales malos políticos. Esos ya saben que son malos, que su perversidad es grande, pero jugar con la ilusión de los que creen que estos ciudadanos son mejores atenta con las mayores perversidades de la historia. Si algo sabemos es que los políticos son eso, en su mayoría seres sin escrúpulos, sin mayor precaución que las suyas, lo suyo es buscar como mejorar su forma de existencia, en la vida diaria ni siquiera se acuerdan del ciudadano, solo en tener mejores comodidades y pensar en el valor de cada ciudadano como un solo voto, eso es lo que valen para estos personajes. En su inclusión han visto de todo, una solución lo cual esta lejos de serlo, pero en su mayoría son esperanza, por ello la inclusión de Luis Alberto Alcaraz. Él es un poco de oxígeno puro, la gente lo ve como un candidato que puede representarlo en el pleno, que no sea comparsa ante las decisiones del presidente, por ello la representación de Paco Sánchez no solo es vergonzante, es una página en la historia que todos queremos borrar: el primer candidato independiente salió tan malo como los de oposición, vendidos y comprados. En campaña Paco Sánchez prometió tantas cosas, sembró tantas esperanzas que al saber que su familia había sido incluida en la nómina antes que la gente que lo apoyó, fue una total decepción. Él saber que se sumaba a todas las decisiones sin importar si ayudaban o perjudicaban a Vallarta fue peor, por ello el sueño que representan los independientes ha sido decepcionante, pero como en la mano no todos los dedos son iguales y no todos son tan malos o tan buenos o tan malos como el de al lado. Si algo tenemos por aprender es el poder discernir entre los buenos y los malos, incluso entre los partidos, así como han sido deplorables como Paco Sánchez, igual y un día Luis Alberto nos da la sorpresa. Para ello tiene que alejarse de otros personajes como Enrique Gou, que lo único que tiene que aportar es su largo historial de adicciones en las clínicas de rehabilitación de drogas y sus escándalos en los bares de la ciudad donde termina golpeando a los meseros del puerto y sus escándalos donde lleva cinco matrimonios y aun así no logra estabilidad emocional, ni en lo social, político y menos en la vida, lo cual refleja mucho de lo que será como político. César Langarica Santana."