Dulces típicos de Vallarta, la tentación que ni grandes ni pequeños, pueden resistir

br /> Algo que caracteriza a Puerto Vallarta es su gastronomía, la cual no solo se queda en los platillos y bebidas típicas de la región, sino que también abarca los dulces, esos pequeños manjares que ni los adultos se pueden resistir. Debido a que el centro de la ciudad es igual de pintoresco que un pueblito mexicano, se logra encontrar en diversas tiendas los dulces típicos de la región. Otra de las ventajas de que existan diversos establecimientos de estos productos, es que al pasar te ofrecen degustaciones que hacen que tu paladar se enamora en ese mismo momento y quieras llevarte la tienda completa. Uno de los dulces más populares es hecho de ``tamarindo`` como se llama aquí. El tamarindo es un árbol que es originario de las regiones tropicales Áfricanas. México es uno de los mayores consumidores y productores comerciales de tamarindo. Se come en diversas formas. Pulparindo es hecho de la pulpa de la fruta y con sabor a sal, azúcar y ``Chile piquín`` (de chile en polvo hecho de chiles y pimientos) por lo que es agrio, dulce, salado y picante, todo al mismo tiempo. El Chile piquín se encuentra también en otras delicias como caramelos y paletas. Para que disfrute de su deseo de dulce mexicano en Puerto Vallarta uno de los menos exótico es La Oblea, hecha a partir de ``dulce de leche`` (Una capa de leche espesa que es similar al caramelo) se unta este dulce de leche entre dos obleas muy delgadas las cuales tienen un gusto similar a un cono de helado. Dulce de leche o ``cajeta`` también se come en forma de paletas, cuadros pequeños como caramelos o como una salsa utilizada en crepas o en el helado. Los dulces hechos de cacahuetes son también muy populares en México. Los dos manjares de maní más comunes son ``Palanquetas`` y ``mazapán``. Palanquetas son similares a cacahuates quebradizos, mayormente hechas de cacahuate caramelizado; pero también se puede hacer con semillas de calabaza o de amaranto. Mazapán es la versión de maní de mazapán, como la pasta de almendras europea, sólo más seco y más polvo. Los dulces mexicanos más sorprendentes tienen que ser las ``Calaveras de Azúcar``; pequeños cráneos de muerto hechos de azúcar y decorados en colores festivos. Son presentados como ofrendas en las tumbas de sus seres queridos fallecidos o en altares que la gente hace en sus hogares para la celebración de ``El Día de los Muertos”. Y No sólo son los cráneos comestibles, pero cada uno es una hermosa obra de arte. Por Cesar Langarica Santana "