El colegio Talpa la discordia.

Columna por César Langarica Santana. Un día despertaron los directivos y sin que les dijeran agua va, les quitaron el coto de poder que representó para ellos manejar el colegio y los grupos eclesiásticos durante tantos años, para ellos el buscar las mejoras era irrelevante, cuando lo tuvieron lo manejaron a su antojo y eso era lo mejor del mundo, cuando el párroco Esteban Salazar decidió poner orden y no podrían usarlo como suyo decidieron levantar en armas al pueblo, a pesar de tener trabajando y ganando ahí a sus familias. Si para ver beneficiados sus intereses hay que hacer arder al pueblo pues para eso están listos, para ello irrumpieron la misa, allanaron lo que tanto dicen respetar, si así buscan ganar simpatías e imponer su ley, uno ya debe imaginar con que razón el cura Esteban tuvo que poner orden. Porque una cosa es tener los pantalones para imponerse ante una mafia en el colegio que hace de las suyas como si fuera de ellos, y otra muy diferente dejar que crezca esa yerba y hacer como que no pasa nada, por eso Manuel Gómez Velazco anda con el diablo en el alma vociferando, en sus redes salta el ejemplo, ellos mismos suben a sus redes como departen entre las influencias de Baco. Lo que resalta es que si son tan buenos educando, suponemos que en estos días arrancarán su propio colegio, ya pueden imaginar la clase de educación que recibirán, vociferando 1 y 2, al final de esta clase, insultar a curas en plena misa, espantar al turismo religioso, no importa que eso vaya contra el pueblo que tanto les ha dado, llaman al desorden social como única vía de convivencia. Pero lo que mas extraña es que el esposo de la Maestra Mayra Hernández es regidor, debería velar por el orden público, atraer mas turismo y no espantarlo con escándalos que no son dignos de un pueblo como Talpa que ama las tradiciones y sus creencias. ¿Como es que una disputa laboral llega a involucrar al turismo y a la iglesia?. Basta decir que la culpa que dejaron que durante muchos años el colegio lo operara así, esta familia decidía hasta quien cargaba sobre los oficios de la iglesia, sólo les faltaba oficiar misa y confesar, con toda esa serie de privilegios es difícil renunciar a todos ellos de un día para otro, no buscan ni mejor colegio ese lo tuvieron por años y no lo mejoraron, lo que hoy buscan es no perder toda esa serie de privilegios. Los asuntos laborales o personales deben resolverse en los tribunales, los asuntos de la iglesia debe resolverse en el mismo lugar donde iniciaron, el padre Esteban radico en Puerto Vallarta y no se le conoce por escándalos, así que harían bien en dejar los actos que sólo espantan al turismo que tantos beneficios dan a Talpa. Columna por César Langarica Santana "