Jueves, 28 de Marzo de 2024
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La inseguridad.

La inseguridad.

Columna por César Langarica Santana. Cuando se habla del tema de la seguridad en Puerto Vallarta hay que tocar cada detalle, no fue como los hongos que un día llovió y salieron como por arte de magia, esa la hemos dejado crecer con las malas decisiones de los gobernantes en turno y de la sociedad, en dos administraciones fue que se desató con Javier Bravo y Mochilas, si bien fueron malos gobernantes en otro tema la inseguridad con ellos llego a los cuernos de la luna. Por eso hoy tenemos esos índices, basta recordar que con Mochilas no sólo no había patrullas, además los directores de seguridad pública ni siquiera cumplían con los requisitos mínimos para serlo, peor aún, no pasaban los exámenes de control y confianza. Si ni siquiera podían cumplir con el requisito de ser personas capaces, menos podían demostrar que no había rastro alguno que tuvieran que ver con el crimen organizado y el desorganizado, basta recordar esas épocas donde el director salía de una camioneta blindada incendiada, después de estallar granadas y con cientos de disparos de alto calibre, ese fue el inicio de Mochilas de ahí para arriba las cosas fueron creciendo hasta salirse de control. Fueron meses sin patrullas, las que se adquirieron pronto no pudieron usarse ya que no se les daba mantenimiento, las cámaras de vigilancia no tenían interés para usarse, lo que era muy obvio es que nunca trataron de arreglarse, el tema de la seguridad no fue algo que les importara, si les importara al menos un poco les habrían metido dinero, lo cierto es que prefirieron gastar 11 millones en un sistema de riego que jamás funcionó. Con Javier era claro que los asesinatos dolosos aumentaron, definir que fue su culpa sería injusto, poco puede hacer un presidente ante el crimen organizado, pero bastaba ver que tampoco había patrullas y el poco dinero que había se gastaba en otras cosas que no eran ni urgentes ni importantes, basta ver los almacenes de servicios públicos, llenos de lámparas que jamás fueron colocadas y que se gastaron en ellas cien millones de pesos. Lo cierto es que tanto Javier Bravo y Mochilas andan por las calles como si no fueran culpables de nuestra desgracia, por ello es importante que hoy se actué de frente al crimen y no dejar para adelante que la inseguridad crezca hasta un nivel que un día ya no podamos combatir, con la salida de Jorge Valencia no es importante quien se va, lo importante es a quien ponen.