Un millón de poderosas razones.

br /> Columna por César Langarica Santana. Algo cercanos a los 60 mil pesos cobra cada regidor por trabajar, algo que todos dudan, dice la ley que deben asistir a las sesiones de ayuntamiento y con eso basta y sobra, pero el día jueves esa línea se rompió, no fueron a la sesión, de hablaba de aprobar 250 millones de deuda que se requería reestructurar y sonaban tantos millones que no faltó aquel que creyó se merecía uno por cada regidor, desconocemos cuantos lo pidieron, desconocemos cuantos querían tres, lo que si sabemos quienes fueron los siete regidores que no fueron a la sesión, no faltó quien aseguraba que no les habían llegado al precio, eso sólo ellos lo saben. Así no se pudo renegociar la deuda, así tampoco pagar los laudos que ya se habían ordenado pagar desde que Mochilas corrió a los policías, por eso que no asistan es una nota desagradable, si no querían votar a favor, debieron asistir y votar en contra, lo cual hubiera obligado a meter dicha propuesta seis meses a la congeladora, la ley señala que toda iniciativa que sea votada en contra no puede ser votada en cuando menos seis meses, lo que desata la dudas, no es que quisieran votar en contra, ahí desataron la polémica de que realmente buscaban algo más . Lo que teníamos sospechas aumentaron más, al termino de la sesión las palabras del alcalde eran gasolina al fuego, dejó muy claro que algunos regidores le reclamaron que nos los invitaba a comer, a manera de pregunta dijo que si querían dinero él no tenía, que a nadie daba dinero. Por eso al día siguiente disfrutaban del 2x1 en un restaurante de Fluvial Vallarta, al verse sorprendidos en su comida pocos no dejaron de sorprenderse, querían que los invitara a comer y los invitó, quien sabe si los invite a la mesa en la próxima elección donde ahora sabe y sabe muy bien que esos siete no los necesita para ganar, menos su lealtad que no la tendrá a menos que tenga lo suficiente para comidas o como dijo Arturo Dávalos si quieren dinero, no tiene dinero. Además si usted revisa la lista de regidores que no fueron a trabajar a la sesión podrá observar que ni falta hacen, brillan por no hacer nada, y cuando proponen no falta quien quiera una montana de Bugambilas que se vea desde el cielo, una calle de estrellas en lugar de reparar calles o invertir en seguridad, los demás no se nota que están así que ahora que no estaban algunos fue necesario buscar sus nombres en internet para saber quiénes eran, así de grises son algunos, aunque no falta el que desate la furia al querer evitar la venta de tortillas en las tiendas. Por eso ahora Dávalos tiene una oportunidad de oro molido, sabe quienes no le hacen falta, sabe quienes lo traicionan, sabe perfectamente que la lealtad es frágil y no muchos pueden tenerla siempre, con eso llega a su ratificación de mandato, sabiendo donde esta y quienes a la vuelta de la esquina le son leales con sólo invitarlos a comer, al final un millón de pesos mueve la lealtad de cualquiera y aquí tenemos de donde escoger, donde la duda surge, donde nadie le pone cascabel al gato y aclara como es que esas palabras salen del alcalde, como es que sospecha que quieren dinero, si se lo pidieron directamente o solo son sospechas, lo único seguro es que dijo que querían ir a comer y los invitó, lo demás esperemos que pronto nos aclaren esas sospechas que a los políticos en esta época no ayudan."